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El Viaje De La Muerte (Primera Parte)
By Youssif HALIEM Posted in El Viaje De La Muerte on junio 24, 2018 0 Comments 4 min read
El Viaje De La Muerte (Segunda Parte) Previous Next

Texto dirigido a los políticos que ignoran la situación de los refugiados y a todos los que no
saben nada de nosotros.
Nosotros somos seres humanos olvidados.
Tienes que saber que esta historia no es imaginaria. Esto es la realidad y pasa todos los
días, con todos los que sueñan con ir a Europa (tierra de sueños y libertad).

Nadie quiere encontrarse con la muerte. Nosotros la compramos.

Un gran agradecimiento a todos los que hayan ayudado y apoyado a los migrantes, no hay
palabras para expresar mi gratitud.

El viaje se divide en tres partes:
1ra: de Sudán a Ajdabiya en Libia.
2da. de Ajdabiya a Tripoli.
3ra: de Tripoli a Europa.
Escribí este blog para que la gente sepa un poco más del viaje de la muerte porque vi
como algunos gobiernos tratan a los migrantes, de manera totalmente injusta. No voy a
hablar de los países africanos porque tomaría años para describirlo; y por favor disculpad
mi inglés. Nadie sabe lo que los migrantes tuvieron que sufrir para llegar hasta Europa, y
aunque lo sepan, no pueden ponerse en nuestro lugar. No deseo a nadie sentir lo que
nosotros sentimos.
Cada vez que pensábamos “ya lo malo se acabó”, algo peor nos estaba esperando.

El viaje para los eritreos y los etíopes hacia Sudán es muy duro. En Sudán, de donde vengo
yo, todo empieza en el mercado libio de Omdurman, donde muchos coyotes trabajan.
Cuesta al menos 7oo euros y a veces más. Para conseguir tanto dinero, la gente vende su
casa, algunos venden un riñón o cualquier cosa que les pueda otorgar esa cantidad.
Después de eso, hay dos tipos de gente:
1: los que pagan antes de viajar, que no son la mayoría
2: los que pagan después de llegar a Libia
El viaje empieza después de que el intermediario se haya puesto de acuerdo con el coyote
sobre dónde verse para salir de Khartoum de noche – lo curioso es la relación entre los
coyotes y la policía. En Khartoum vi una conferencia contra el tráfico humano.
Al subirse en el coche 4×4, empieza el sufrimiento. Si el coche tiene una capacidad de 30
personas, lo van a llenar con 60. A eso agregadle el desierto, la sed, la velocidad… después
de muchos días llegamos al lugar de entrega en la frontera libia, el barrio de Al Kufra.
Recuerdo claramente aquel momento porque perdimos a muchas personas, no había
agua (bebimos nuestra propia orina), nos dejaron muchos días sin comida ni agua. Los
coyotes libios (los peores seres humanos que existan) comunican exclusivamente con
bofetadas, golpes y puñetazos. Ellos son indescriptibles. Luego, otra vez, nos trasfirieron
de un coche a otro, atravesando el desierto fuera de las carreteras, hasta la bodega
principal en Ajdabiya – no todos los coyotes tienen bodega pero muchos sí. La bodega es
peor que la cárcel, no hay suficiente aire ni comida, estamos encerrados como animales.
Ahí nos separan en dos grupos: los que ya han pagado y los que no.
Este último grupo vendrá dividido en tres otros grupos:

A: los que se quedarán en la bodega hasta que paguen o que alguien pague para ellos.
B: los que vendrán raptados por los libios que necesitan mano de obra barata o gratuita.
Esos libios le pagan una pequeña cantidad al coyote y muchas veces, después de varios
meses o años, a los migrantes los sacarán a patadas a la calle sin nada, y ellos tendrán que
juntar el dinero necesario para cruzar el mar.
C: los que trabajarán para los coyotes. Generalmente son los que hablan árabe o tigrinya o
que parecen guardaespaldas, y les piden que organicen o que les peguen a los demás, y a
veces que traigan chicas para los coyotes. Ésos trabajan generalmente meses y luego los
sueltan.
A los que pagaron la primera parte del viaje, de Khartoum a Ajdabiya, pero que no tienen
dinero para seguir o nadie que les pueda dar el dinero, los mandarán a la ciudad a trabajar
hasta que junten el dinero para continuar el viaje. Esto fue mi caso.

Continuará…

Texto traducido por: Lise Godin

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